Gracias al branding, las marcas pueden ser reconocidas por sus propuestas de valor y destacar por encima de la competencia, aunque vendan los mismos productos. No sólo se nutren del branding las grandes empresas, sino que es necesario hasta para las más pequeñas.
Durante el proceso de branding se desarrollan los valores y las experiencias que se asocian a dicha marca y a sus productos o servicios. Podemos decir que el branding es la personalidad de la marca, y los clientes o el público objetivo se vuelven fieles a la marca si se identifican con su personalidad. Entonces, podríamos decir también que el branding tiene como objetivo la fidelidad del cliente.
Te contamos por qué es importante para tu marca, cómo desarrollar una estrategia de branding, qué elementos debería tener dicha estrategia y cómo potenciarla.
Contenidos
Por qué el branding es importante para tu marca
El principal motivo por el que deberías contar con una buena estrategia de branding es diferenciarte de la competencia. En un mercado cada vez más saturado, el branding te brindará una identidad única con la que destacar sobre el resto. Es decir, las personas te reconocerán como marca y no sólo por los servicios que ofreces o por los productos que vendes.
Un claro ejemplo de ello es CocaCola. Cuando pensamos en esta marca, se nos vienen a la cabeza unos colores muy concretos, así como una tipografía, un logo e incluso una música concreta. ¿Por qué? Porque trabajan a fondo la identidad de la marca.
Eso es lo que sucederá si trabajas el branding de tu negocio.
Tendrás un mayor reconocimiento
Cada marca tiene su propia personalidad e identidad, haciéndolas únicas y proporcionando a sus productos o servicios unas características diferenciales que posicionan a la marca en el mapa competitivo.
Además, contribuye a generar una idea en la mente del consumidor. Para hacerlo más claro, vamos a ver un ejemplo muy concreto. Todo el mundo hoy en día conoce los chicles, pero, ¿sabías que realmente se llaman goma de mascar? En efecto, Chiclets es una marca registrada y, gracias a su branding, hemos pasado de llamarlos goma de mascar a “chicle”.
Generarás fidelidad
Como hemos dicho antes, cada marca tiene su propia personalidad e identidad que la hace única. Y en eso consiste el branding, en dotar a la marca de unos atributos y valores concretos. Es decir, gracias a este se configura la personalidad de la marca para poder trabajar también la parte más humana del negocio.
Así pues, esta personalidad será el aspecto que te permita crear una marca sólida, hacer que se diferencie del resto de la competencia y proporcionar confianza a los clientes para resolver así sus necesidades. Es decir, crear vínculos emocionales con los que fidelizar a tu cliente.
Ayudarás a mantener una estrategia de marketing consistente
Mediante el branding complementamos la estrategia de marketing, porque diseñamos una estrategia de marca competitiva, siempre orientada al mercado y acorde a la estrategia de negocio.
Si sabemos qué es nuestra marca, qué ofrece y cómo transmitirlo, podemos plantear unos KPI’s concretos y promover así aquellas acciones específicas para poder cumplirlos.
Podrás maximizar nuevos lanzamientos de productos o servicios
Si los usuarios ya conocen tu marca y han comprado ya tus productos o contratado tus servicios gracias a esa fidelidad de la que hablábamos antes, será mucho más fácil realizar nuevos lanzamientos, porque los usuarios ya te conocen, bien porque son clientes, bien porque han oído hablar de ti.
Así que, si se crea un nuevo producto, plato, sabor o servicio, será mucho más sencillo promocionarlo, puesto que los usuarios ya estarán familiarizados con tu marca.
Cómo desarrollar una estrategia de branding
Ahora que conoces cómo puede ayudar una buena estrategia de branding a tu marca, es hora de hablar sobre cómo desarrollarla.
Haz un análisis de mercado
De nada nos sirve elaborar una estrategia de branding si no conocemos a nuestros competidores, su comportamiento en el mercado, qué ofrecen y cuál es su valor diferencial.
Si analizamos todos estos aspectos podemos determinar cuál es tu ventaja competitiva respecto a ellos.
Conoce bien a tu público objetivo
Es tan importante conocer a tus competidores como a tus posibles clientes. De hecho, es la base para poder crear esa conexión emocional.
Cuando hablamos de conocer a tu público objetivo no sólo nos referimos al rango de edad o intereses, también hablamos de cuáles son sus puntos de dolor, frenos de compra, motivaciones o qué buscan de las empresas del sector.
Define tu propuesta de valor
¿Qué características tiene tu marca? ¿Qué es lo que la diferencia del resto? La propuesta de valor definirá todas las acciones en la estrategia, por tanto, deberemos tenerla muy en cuenta a la hora de generar dicha estrategia, sin olvidar los objetivos comerciales del negocio.
Crea la identidad corporativa
Una vez que tengamos claro los tres puntos anteriores, es hora de crear toda la identidad corporativa.
En esta fase del proyecto no sólo se desarrollan los elementos visuales, sino también la comunicación de la marca y todo lo que conlleva.
De esta manera, todos tus canales serán homogéneos y le darán sentido a la marca. Esto es algo que los profesionales del branding y del marketing conocen, y lo tienen claro a la hora de desarrollar una estrategia de branding o rebranding.
Gestiona la marca
Tan importante es desarrollar una buena marca, como saber gestionarla. Al final, el branding es un gran ecosistema compuesto por múltiples elementos que, en conjunto, generan una experiencia y una percepción al público de la marca,.
Por ello, además de definir los grupos de interés y los canales de comunicación, necesitas realizar escucha social para saber qué dicen de ti tus clientes (¿cómo puedo mejorar? ¿qué es lo que mejor está funcionando?).
A esto hay que sumarle la reputación del negocio en el sector, y revisar que todas las acciones de comunicación tienen coherencia y cohesión con la identidad de la marca.
Analiza los resultados
Por último, pero no menos importante, ¡mide los resultados! De nada sirve crear una estrategia completa si no sabemos cómo está funcionando.
¿Qué elementos debería tener mi estrategia de branding?
Ya sabes que tu marca necesita unos atributos que ayudarán a humanizarla para conferirle una personalidad concreta. Y estos atributos nos servirán como base para poder crear una identidad fuerte y consistente, no sólo a nivel visual sino respecto a todas las comunicaciones de marca que se hagan, porque se trata de crear todo un concepto en base al negocio que sea fácil de relacionar con tu marca.
Identidad visual
Estructurar una identidad visual completa es esencial, porque serán las primeras características que el público asocie con tu marca.
- Naming y Logo
El primer paso es definir un nombre y un logotipo que represente los valores de la marca. Para ello, deberías tener en mente, entre otras, una serie de preguntas como: ¿qué se quiere transmitir? ¿con qué queremos que se asocie? ¿representa nuestros valores o misión?
Es uno de los procesos más importantes, especialmente el nombre, porque será un aspecto que acompañará durante mucho tiempo a tu empresa.
- Colores
Los colores también juegan un papel importante, puesto que la paleta de colores corporativa representará una idea concreta. Para ello debemos tener en cuenta la psicología de colores, ya que cada uno provoca unos sentimientos distintos.
Una vez más, en este proceso tenemos que pensar en la personalidad o atributos de la marca, y confirmar que, efectivamente, los colores escogidos ayudan a comunicar esa personalidad (seria, alegre, lujosa, divertida, etc.).
- Tipografía
Hay tantas tipografías –o más– como negocios, así que a veces puede resultar complicado escoger una entre tantas. Además, por norma general, todas las marcas suelen contar con una tipografía principal y con una secundaria.
Normalmente, la primaria se usa para el logotipo y la secundaria para otros aspectos en las que se requiera una tipografía más legible, como en banners, documentos corporativos o textos descriptivos en una página web.
- Iconos, símbolos, gráficos e ilustraciones
De la mano de los colores y la tipografía irán todos aquellos conceptos visuales que den soporte a la marca, como las fotografías, símbolos, iconos o las ilustraciones.
Todos estos elementos también ayudan a tener una marca definida y coherente.
En conjunto, estos 4 aspectos hacen que asociemos unas ideas a una marca, especialmente a aquellas que ya están muy posicionadas. Si te decimos que pienses en Coca-Cola, ¿cuál es el primer color que se te viene a la cabeza? Eso es lo que hace el branding, asociar ideas y crear emociones.
Aunque siempre tenemos que tener en cuenta la flexibilidad empresarial, porque las marcas evolucionan y, con ellas, su identidad corporativa. Eso sí, siempre manteniendo como base aspectos como los colores y los atributos de la marca.
Siguiendo el ejemplo de Coca-Cola, te dejamos una imagen para que veas cómo ha evolucionado a lo largo de los años:
A este proceso se le conoce como rebranding y, en algunos casos, puede generar polémica, como lo que le ocurrió a la Juventus con su cambio de logo:
Identidad verbal
La identidad visual debe ir apoyada en una identidad verbal, puesto que nada sirve tener imágenes sin saber cómo se quieren comunicar.
- Tono y voz de marca
Así pues, tendrás que definir el tono y la voz de la marca: ¿usaremos un tono formal o cercano? ¿técnico o accesible?
Para esto deberás tener en cuenta no sólo a tu público objetivo, sino a los stakeholders. También tendrás que pensar que el tono habrá que adaptarlo a las diferentes audiencias y canales, porque cada persona interactúa con tu marca de forma distinta.
- Eslogan
Si te decimos “Just Do It” o “I’m Loving It”, seguro que inmediatamente piensas en unas marcas muy concretas, ¿verdad?
Esto se debe a que dichas marcas llevan años trabajando una misma identidad verbal, en la que han construido un eslogan que representa los valores de la marca y la posiciona en el mercado.
Aunque crear un eslogan no es necesariamente obligatorio como tal, sí se puede crear un mensaje repetitivo que siempre acompañe a las comunicaciones del negocio para que los usuarios puedan relacionarlo con tu marca.
Sabemos que crear todos conceptos puede ser complicado, pero es necesario contar con una estrategia de branding definida para poder posicionarte en el mercado. Si todavía no tienes una, en Wanatop contamos con profesionales del diseño que pueden potenciar tu marca al máximo nivel.
Ejemplos de branding
El branding no sólo consiste en crear una identidad marca, un logo o un eslogan, se trata de crear un conjunto de emociones para que el usuario asocie la marca a un concepto.
Y esto lo saben bien marcas como The North Face, Maybelline o incluso Barbie. ¿Por qué? Porque llevan su marca más allá de lo digital, mediante acciones en físico jugando con elementos icónicos de las ciudades o empleando nuevas tecnologías.
Hace unos días, los ciudadanos de Londres fueron sorprendidos por un suceso, y es que el Big Ben amaneció con un abrigo de la marca, como si de una persona se tratase, y hubiese sacado “el plumas” para hacer frente a esas frías mañanas londinenses.
Aunque no es la primera vez que los habitantes de la ciudad se sorprenden con una campaña de este estilo, ya que L’Oréal Paris o Maybelline acostumbran a realizar este tipo de acciones, como el corrector de Maybelline que “borraba” las nubes para dejar paso a un cielo despejado, o la promoción del nuevo labial de L’Oréal Paris para el que usaron un automóvil rojo con el pintalabios en versión “gigante”, que dejaba un rastro de pigmento a su paso.
Otra muestra de que el branding deja huella es la acción realizada para el estreno de la nueva película de Barbie en una gran diversidad de países, en los que los cines se tiñeron de rosa y se incluía el packaging de la caja de la muñeca para que los usuarios que fuesen a ver la película se hiciesen fotos o vídeos en ella y la hiciesen viral en redes sociales.
Incluso en Dubái apareció un holograma 3D parar recrear una Barbie de 600 metros saliendo de su caja cerca de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, el Burj Khalifa.
Cómo potenciar el branding de tu marca
Como ya te hemos mencionado antes, el objetivo del branding es fidelizar al cliente. Pero, además, también busca posicionar la marca en el mercado y, sobre todo, en la mente de los consumidores.
¿Y cómo conseguimos esto? Mediante un buen plan de marketing en el que detallemos qué acciones debemos realizar para dar a conocer la marca. Para ello, es importante tener en cuenta no sólo el diseño corporativo, sino qué canales emplearemos, así como:
- Trabajar la identidad corporativa
- Generar emociones en tu público
- Trabajar la flexibilidad empresarial
- Crear una guía de estilo
- Recompensar la fidelización de los clientes
En resumen, el branding y la estrategia comunicativa de un negocio debe contar también con un buen plan de marketing que previamente se ha diseñado para cumplir todas las necesidades de dicho negocio.
Si no sabes cómo empezar a desarrollar este plan de marketing y realizar una buena estrategia de branding, recuerda que en Wanatop estamos dispuestos a ayudarte.
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Silvia Grueso, Branding.